En el Perú, las ollas comunes son iniciativas vecinales autogestionarias ubicadas en las zonas vulnerables. Las cuales, basándose en la coyuntura de inseguridad alimentaria y educativa provocada por la pandemia, han cobrado un rol de vital importancia en el desarrollo de los niños, transformando el espacio en escuelas barriales educativas. En este contexto, surge "DIT: Construyendo un espacio para los niños", proyecto seleccionado en la XII Bienal Iberoamericana de Arquitectura y Urbanismo. A través del cual, los arquitectos Gian Franco Pedreschi, Sergio Iván Puch y Jhordano Zabanick, junto a la comunidad del AA. HH. Horacio Zevallos, intervienen el espacio público anexo a una olla común en el distrito del Rímac, favoreciendo en la calidad de vida de los vecinos.
Descripción enviada por los autores
El proyecto ‘DIT: Construyendo un espacio para los niños’ se realizó como esfuerzo conjunto entre la Gerencia de Trabajo Vecinal de la Municipalidad Metropolitana de Lima, Urban 95, la Asociación de vecinos del Asentamiento Humano Horacio Zevallos en el Rímac, el comité de madres de la Olla Común y el equipo de arquitectos. El encargo era posible gracias al premio de financiamiento por parte de Urban 95 para un proyecto enfocado en la primera infancia, el equipo de la Municipalidad decidió trabajar con una de las ollas comunes del distrito del Rímac. Las ollas comunes en la ciudad de Lima son espacios vecinales surgidos en los sectores con mayores carencias, estos espacios funcionan como comedores comunales que brindan alimento a los vecinos del sector.
Estos espacios a la vez cumplen un rol de asociaciones de gestión vecinal, por ello durante la pandemia las ollas comunes han cobrado mayor valor, organizándose desde ahí acciones e iniciativas que beneficien a los vecinos. Una de estas nuevas acciones ha sido suplir la función de escuelas para los niños al no haber presencialidad durante dos años en el país debido al Covid-19. Los niños han asistido a las ollas comunes de sus sectores para recibir clases virtuales, debido a que la mayoría de estas familias no cuentan con los recursos para poder acceder a una educación virtual.
El encargo fue intervenir una losa de cemento ubicada al costado de la olla común, este espacio funcionaba como una plaza pública para los vecinos y especialmente para los niños, quienes se reunían a jugar, y en el contexto actual, a poder recibir clases o talleres para grupos de mayor cantidad. Sin embargo, este lugar presentaba muchos riesgos al estar en una ladera rocosa y no tener un límite que brindara seguridad, habiéndose presentado casos de caídas. La radiación solar o la humedad en los meses más fríos eran también una complicación para poder usar más frecuentemente este espacio de manera activa. Estas necesidades y requerimientos fueron informados hacia el equipo luego de diversos trabajos participativos con los vecinos, madres y niños del sector, los cuales nos dieron información importante para poder plantear una propuesta.
Es así como el proyecto se enfocó en poder dar solución a estas necesidades y a la vez poder aportar equipamiento pensado para los niños y las actividades educativas. Se planteó un muro de ladrillo con pórticos de cemento que pudieran configurar un borde seguro, pero que a la vez tuviera un diseño permeable que permitiera el paso de la vista y que se sintiera más ligero. Se reutilizó unas columnas de fierro que estaban en el lugar para poder colocar una cobertura ligera que brindara sombra y protección. Finalmente, se colocó mobiliario de mesas y bancas acorde a los niños para que se pudieran realizar actividades educativas y talleres en este nuevo espacio. La ejecución del proyecto fue un trabajo en conjunto con los vecinos del lugar, quienes se encargaron de la construcción, y fueron aportando sus ideas en el desarrollo.
El proyecto estuvo enfocado en beneficiar a los vecinos, especialmente a los niños y a las madres, del asentamiento humano Horacio Zevallos en el Rímac. Esto se buscó lograr a través de la olla común del sector, espacio comunal que funciona como punto de encuentro y gestión de las madres, y que actualmente debido a la pandemia ha cumplido un rol de escuela para los niños.
La infancia ha sido una de las más afectadas con el confinamiento causado por la pandemia, su educación y desarrollo se han visto alterados debido al cierre de las escuelas y a la falta de clases presenciales. En este contexto, los espacios urbanos, vecinales o de encuentro que tienen los niños del país han cobrado una mayor relevancia. En los sectores de mayor necesidad, donde la educación virtual se vuelve un privilegio, las madres y maestros han realizado diversos esfuerzos por seguir manteniendo el nivel educativo. Por ello, los espacios comunales que han empezado a brindar este nuevo servicio de escuelas barriales son puntos claves en la sociedad.
Datos
Nombre del proyecto: "DIT: Construyendo un espacio para los niños" - AA. HH. Horacio Zevallos, Rímac
Integrantes del equipo: Gian Franco Pedreschi Rubio, Sergio Iván Puch Olivos, Jhordano Jesús Alfredo Zabanick Uriol
Promoción: Municipalidad Metropolitana de Lima (Gerencia de Participación Vecinal MML), LAB95 (MML)
Colaboración: Carolina Pin
Beneficiarios: Asociación de vecinos AA. HH. Horacio Zevallos, Comité de Madres AA. HH. Horacio Zevallos, Niños del AA. HH. Horacio Zevallos
Créditos Fotográficos: Equipo Proyecto DIT (Gian Franco Pedreschi Rubio, Sergio Iván Puch Olivos, Jhordano Jesús Alfredo Zabanick Uriol)